En el coro
Recuerda que puedes descargarte este archivo siempre y cuando estés registrado.He querido que suban aquí, al coro, porque tenemos una vista general de la iglesia. Verán que es un templo sencillo, de una sola nave. La sacristía, situada a la izquierda, fue añadida con posterioridad.
Estamos ante la típica iglesia rural, de corte sencillo, muy habitual en esta comarca. Desde aquí pueden entender mucho mejor, lo que les comentaba antes. Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que lo habitual era ver los templos así, completamente decorados con pintura mural.
Era una forma de honrar a Dios y un método para adoctrinar a los fieles. Sí, han oído bien, las iglesias no sólo eran lugares de oración y penitencia, sino también espacios para la enseñanza. Aquí se instruía a personas que apenas sabían leer ni escribir.
Y es que, ya lo decía San Gregorio, “la pintura enseña a los ignorantes que la miran, para que sin instrucciones ellos vean lo que no conocen por las letras”.
La pintura, sobre todo en el románico, constituía, un auténtico libro de enseñanza, que además vestía estéticamente los templos. Normalmente se tendía a representar pasajes bíblicos, aunque también aparecen escenas de la vida cotidiana, como los calendarios agrícolas. Dibujos que, a veces, los clérigos utilizaban como apoyo a sus homilías.
El fiel no sólo escuchaba, sino que veía representado en las paredes de la iglesia cuál podía ser su futuro: condenado y torturado como pecador, o salvado como justo. Pero, como les decía antes, las pinturas que hoy ven aquí, en Ailanes, son de época más moderna. Si les he contado todo esto es porque, es muy probable que en origen, en la Edad Media, estos muros también estuviesen decorados. Bajemos y veámoslo más de cerca.