Frente al ábside

Aquí, frente al altar, podrán entender mucho mejor todo lo que les vengo contando. Si se fijan, hoy por hoy, la iglesia presenta dos tipos de pintura. Ambos han sido descubiertos durante la restauración. El primero, es el despiece de sillares que adorna la nave, simulando la piedra. Seguramente fue realizado entre los siglos XIV y  XV.

Por otro lado, está el conjunto de pinturas que adorna el ábside. Elementos vegetales y seres fantásticos, que bien podrían encontrarse en el fondo de una gruta o caverna. Estos son más modernos, de estilo dieciochesco, diría yo.

Sé que están deseando observar las pinturas y el resto de la iglesia con mayor detalle. No se preocupen, enseguida les dejo tranquilos. Pero, antes de despedirme, les propongo de nuevo el juego que hemos realizado en el exterior: busquen entre los capiteles esculpidos la figura de una cigüeña, la de un jabalí y la de un jinete, les aseguro que andan por ahí.

Y ahora sí, les dejo, antes de que me engañen para que les dé alguna pista más. ¡Qué disfruten de la visita y del entorno! Y, si aún les queda tiempo, cuando salgan de aquí, acérquense a la ermita de la Cuesta.