Interior de la iglesia, junto a la puerta
Recuerda que puedes descargarte este archivo siempre y cuando estés registrado.Suena bien. Le da cierto aire de misterio, de profesionalidad… “Maestro de San Felices”. Me gusta, sí señor. Aunque lo cierto es que ni yo mismo recuerdo dónde, ni cuándo, ni cómo empezó todo… ¡ha pasado tanto tiempo!.
Ah, perdonen. No les había visto, estaba aquí, ensimismado en mis pensamientos. ¿A qué vienen?, a ver mi obra, ¿no? Pues pasen, pasen.
Claro, que no me ven, ¡qué despiste! Se olvida uno de su inmaterialidad. Estoy justo aquí, tras el retablo.