Valladolid - Iglesia de San Martín
Arzobispado de Valladolid
Parroquia de San Martín
San Martín es uno de los templos más significativos de Valladolid. La destacada torre de su campanario responde a los cánones de los primeros años del siglo XIII. El primitivo templo, permaneció en pie hasta 1588, momento en el que se decidió demolerlo, salvo la torre, para levantar una nueva iglesia. El arquitecto Diego de Praves redactó el proyecto. Más adelante, el templo sufrió un incendio que obligó a restaurarlo en 1675.
Restauración
El derrumbe de la bóveda, en los años sesenta, es la razón mayor del deterioro de San Martín.
Las obras de la Fundación han consistido en combatir la humedad mediante la restauración de las fábricas de piedra, adobe y ladrillo.
El espacio interior del templo se ha revalorizado con la sustitución del pavimento de terrazo por otro de piedra y la construcción de un cielo raso de lamas de madera en la nave principal y el crucero, una vez reparadas las cubiertas y eliminado el falso techo original, poco adecuado a la dignidad del templo.
La restauración exterior y recomposición interior de la torre de San Martín es especialmente importante dada la significación de este elemento arquitectónico. Es una torre románica, de principios del siglo XIII, que imita en su volumen y composición a la torre de La Antigua. En concreto, las labores han incluido la limpieza de las fábricas exteriores, picado y rejuntado de los muros y consolidación y reintegración de los volúmenes en las zonas donde se habían perdido. También se ha restaurado la cubierta y se han recuperado los accesos al interior de la torre.
45 sepulturas en el presbiterio
En el transcurso de los trabajos, las labores arqueológicas sacaron a la luz una serie de lápidas con inscripciones funerarias y motivos heráldicos, pertenecientes a parroquianos ilustres y datadas entre 1597 y 1716. Las sepulturas estaban ocultas en el presbiterio, bajo el suelo contemporáneo. Son 45 enterramientos que están dispuestos en cinco calles, con 8 tumbas en cada calle.
Como consecuencia de la caída de la bóveda en los años sesenta, las sepulturas presentaban un estado de deterioro notable y muchas de las losas estaban quebradas. A pesar de esto, se podía apreciar la calidad de algunas de ellas. También cabe asegurar que, desde antiguo, fueron removidas y trasladadas, además de sufrir adaptaciones y reformas.
Una vez estudiado el hallazgo, se decidió recuperar las lápidas, como una forma de devolver a la iglesia de San Martín, al menos en parte, el esplendor que tuvo, siglos atrás. Por eso, las sepulturas han quedado integradas en el presbiterio, a la vista de los fieles, después de una compleja labor de restauración y consolidación.
