La cultura en redes sociales: la difusión a golpe de click

En los tiempos que vivimos las redes sociales se han convertido en una herramienta estratégica importantísima para conectar a la sociedad con su legado cultural. Su uso permite una interacción entre la sociedad y la cultura de forma rápida, pero también consciente e instructiva. Muchos museos e instituciones han hecho de las redes sociales un medio para abrirse al público, sobre todo el más joven, compartiendo, no solo el contenido de las diferentes exposiciones y eventos, sino también aspectos menos accesibles de sus colecciones.
Es el caso del Museo del Prado que, con más de cuatro millones de seguidores en sus cuentas, fue el primer museo español que participó en la “Semana de los Museos” de Tik Tok, apostando por compartir su contenido en la red social que más triunfa entre el público joven. El Prado se ha convertido en una de las instituciones pioneras en el uso de las redes sociales, sus múltiples directos y vídeos, a través de Instagram, han recibido el reconocimiento, entre otros, de The New York Times y han sido premiados por los llamados “Óscar de internet”, los “The Webby Awards”. Sin duda, han conseguido una auténtica revolución a golpe de click.
No son los únicos. Cada vez son más las personas y entidades del ámbito de la cultura que apuestan por las redes sociales. En la Fundación Santa María la Real tratamos de seguir la senda de estos grandes referentes, como institución y, a través de nuestro equipo de profesionales. Por eso, recientemente, estrenábamos www.cultura-plus.com, que bajo el lema “la cultura nos une y nos define”, se presenta como un espacio dedicado a la difusión de contenidos culturales de calidad, a través de artículos, vídeos, audioguías y podcast. La plataforma surge como resultado de años de experiencia y dedicación y será una ventana para seguir transmitiendo al público nuestra pasión y conocimiento sobre patrimonio, historia, arte y, en definitiva, cultura.
A pesar de sus claroscuros, sin duda, existen muchos aspectos positivos en el uso de las redes sociales por parte de las instituciones culturales: una mayor visibilidad que ayuda a atraer a nuevos públicos, una mejor interacción y participación consiguiendo un diálogo más efectivo, una cultura más accesible, una educación y difusión en tiempo real que contribuye a mantener informada a la comunidad y, sobre todo, innovación. Evitar su uso o evadir la creación de espacios comunicativos digitales es un gran error, pues en la era de la inmediatez, la cultura también se define a golpe de click.